Atlético de Madrid - Athletic Club | Liga: El Atlético coge gusto a las tablas - LaLiga Santander
El partido se convirtió en tremendo guirigay desde la roja a Joao Félix. El portugués se empeñó en que una falta a favor fuera una expulsión en contra, con Vencedor haciendo honor a su apellido y con Gil Manzano absolutamente loco por la música, de modo que el Atlético tuvo que buscar la victoria que se le niega en casa con uno menos en el tramo final. Anduvo casi más cerca de la derrota, claro, porque aún lamentó el Athletic la ocasión clarísima que marró Villalibre sobre la bocina. Tercer partido en casa, tercer empate consecutivo del campeón. Los dos últimos, sin goles. El encuentro murió cuando Oblak había encontrado en largo a Carrasco para un posible mano a mano. El del silbato es así.
Quede constancia de que el Atlético se queda seco sin Koke y sin Lemar. Respecto al capitán, ya se sabe: puede que no se note si está, siempre se nota si no está. Respecto al francés, más de lo mismo: el equipo viene agradeciendo su capacidad para desequilibrar, ora con regate, ora con cambio de juego. La escoba de Kondogbia y el pico y pala de De Paul resultaban estimables, sí, pero no servían para generar lo que se supone hubieran generado los ausentes. Quedaba la pegada: que el gol llegara antes que el juego, porque el fútbol tiene esas cosas. No hubo caso. Así que tocaba remar contra la corriente.
El partido de Champions había dejado heridas y Simeone intentó cauterizarlas con hasta seis novedades en la alineación. Antes del minuto avisaba Griezmann en jugada que ya mostró la vía habitual por la que insistiría el equipo rojiblanco: Trippier y Llorente se encuentran casi siempre, pero estropea esa sociedad el escaso porcentaje de balones que a partir de la misma llegan al área con ventaja para los puntas. Por el otro lado no había Carrasco que valiera de salida, además, así que Marcelino se afanaba en que su gente cerrara la que parecía única alternativa del campeón.
Efectivamente el Athletic fue atemperando el partido hasta conseguir que el juego fuera premioso. Eso no le dio para generar peligro, de hecho los dos lances parecidos a una ocasión que tuvo estaban invalidados, por falta un cabezazo de Raúl García a la salida de un córner, por fuera de juego una contra de Williams, pero sí para evitar el del rival. A Correa le sobraba siempre un regate y Griezmann sigue cohibido entre tanto ruido, así que el partido derivaría hacia el plan B del Cholo. En Cornellà salió bien, pero no siempre sale bien.
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— Mike “I am the prize” Jenkins Mon Jun 21 16:19:50 +0000 2021
Ni un segundo de prolongación, por cierto, concedió Gil Manzano en un primer acto que había eternizado cada interrupción. O lleva mal lo de pasar inadvertido o hay una incapacidad manifiesta para ver el fútbol en una persona que toma esa decisión después de que cada falta o cada saque de esquina conlleve un minuto de juego parado. Hay un hurto evidente del espectáculo sin necesidad de que eso beneficie o perjudique a cada cual... y por supuesto una disparidad de criterios respecto a lo que hacen otros compañeros de profesión. Luego sí, luego añadiría seis. Sólo faltaba...
La reanudación resultó fulgurante, pero tanto Correa como Williams fallaron la suya, cabezazo tras servicio de Lodi en el caso del primero, mano a mano tras dejar a Giménez con el molde en el del segundo, desviado lo uno, desviado lo otro. Definitivamente aficionado al triple cambio, Simeone envidó con Herrera, Carrasco y Suárez del tirón.
Antes de que Marcelino cambiara a sus dos puntas, de hecho, aún tiró el técnico local de Joao Félix. Respecto a los que entraban de refresco, el belga está exhibiendo una versión absolutamente individualista esta temporada y el uruguayo se mostró otra vez dispuesto a cualquier cosa menos a una carrera. Luego Llorente astilló el palo, y ahí y sobre todo en lo de Joao murió cualquier opción de triunfo local. Tablas, en fin. Las tablas que marca el resultado, las tablas que le faltaron al luso.