Puede que lo que llevas puesto tenga que ver con la deforestación del Amazonas

¿Sabes con qué se fabrica tu ropa? Si en la etiqueta pone “rayón” o “viscosa” entonces es probable que lleves puesta la selva, posiblemente la de Canadá, Indonesia o Amazonía, que continúa siendo devorada por la cifra estimada de 2.500 incendios activos extendiéndose a lo largo de Brasil, Bolivia y Paraguay.Puede que lo que llevas puesto tenga que ver con la deforestación del Amazonas Puede que lo que llevas puesto tenga que ver con la deforestación del Amazonas

Las fibras vegetales se utilizan en buena parte de tu ropa, desde esos vestidos de seda de imitación hasta aquella camiseta de mezcla de algodón en la que tanto confías y que en algún momento pensamos que eran alternativas ecológicas al poliéster por ser biodegradables. Ese no sigue siendo el caso, como señala Nicole Rycroft (funadora y directora ejecutiva de Canopy), porque estos materiales artificiales se producen gracias a la deforestación del último (e irremplazable) bosque antiguo del mundo.

“¿No es intuitivo, verdad?” pregunta Rycroft, cuya compañía trabaja con diseñadores para crear una mejor cadena de suministro, obtener tejidos de última generación y trasladar la producción de fibras a bosques secundarios sostenibles. “Ese algo que mide 40 metros y puede clavarte una astilla acaba siendo un tejido suave y sedoso con el que hacen el forro de tu chaqueta o ese pequeño vestido negro que tan bien se ajusta a tu cuerpo. Básicamente he trabajado como ecologista profesional durante los últimos 20 años, y me sorprendió ese vínculo en cuanto supe de él”.

El impacto de la moda rápida

Hay dos grandes categorías que relacionan la moda con la degradación de los bosques pluviales. La primera es aquella cuyos productos, como el cuero, se fabrican como resultado de la deforestación y el desbroce de tierras (Brasil y la Amazonía están especialmente afectados por esto). Según Vogue Business, el país sudamericano suministra el 22% de las exportaciones de cuero del mundo, hacienda de él la mayor fuente de pieles animales, de las cuales la industria del calzado es la principal compradora.

Puede que lo que llevas puesto tenga que ver con la deforestación del Amazonas

La segunda se refiere a los productos fabricados directamente a partir de estos bosques: tejidos artificiales de celulosa como la viscosa, el rayón y la tela modal, además de embalajes. “3000 millones de árboles se convierten cada año en embalajes”, señala Rycroft, “y 150 millones se convierten en viscosa cada año. Esa cifra se ha duplicado desde 2013, y se espera que se duplique de nuevo en los próximos cinco a ocho años”.

Cambiar la cadena de suministros global

Fundada en 1999, Canopy de Rycroft trabaja con compañías y marcas de moda en todo el mundo para encontrar soluciones sostenibles que preserven los bosques de elevado valor en materia de biodiversidad y carbono. “Sentí que podríamos hacer las cosas de manera más inteligente”, dice. “Que no necesitábamos utilizar árboles de 800 años para hacer una novela de Jackie Collins, o algo que cuelga en nuestros armarios, o bien las cajas de cartón en las que vienen nuestras compras online”.

Etiquetas: