El Metaverse de Facebook sumará "nuevos riesgos para los menores", advierte una experta en reputación digital que lidia con casos de ciberacoso y bullying en las redes
Facebook ha anunciado su Metaverse y su matriz pasa a ser conocida como Meta. No es una metáfora: el producto principal de la compañía de Mark Zuckerberg será a partir de ahora un metaverso, una nueva dimensión digital y social en la que los usuarios, a través de avatares, podrán interactuar entre sí mismos.
Se ha escrito sobre las posibles motivaciones detrás de esta decisión empresarial. Las revelaciones de los Papeles de Facebook filtrados han agravado la crisis reputacional de la compañía, hasta el punto de que la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, acabó estallando hace unos días en una entrevista con la emisora alemana DW. "Debemos actuar ya", zanjó.
Máximo control de datos, afrentas a la privacidad de sus usuarios, escándalos como Cambridge Analytica. Son muchos los factores que han deteriorado la imagen pública de Facebook y su creador, Mark Zuckerberg. Pero acabar convirtiéndose en un gigante metaverso quizá no sea la solución para todo. No al menos para la seguridad de sus usuarios.
La presentación oficial de la nueva marca de la compañía tuvo lugar el jueves pasado, en la conferencia anual para desarrolladores conocida como Facebook Connect. En su intervención, el propio Zuckerberg se comprometía a que la construcción de Meta contase con medidas de privacidad y control parental para salvaguardar la seguridad y la integridad de sus usuarios.
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Pero esos mismos compromisos ya existen en sus plataformas sociales actuales, Facebook o Instagram, recuerda la especialista en reputación digital Selva Orejón. Orejón es CEO de onBRANDING, una firma que se dedica a la reputación en línea y que ha tratado con casos muy conflictivos en redes sociales: desde ciberacoso, bullying, estafas más o menos comunes...
Algunos de esos casos han llegado a desencadenar muertes por suicidio.
"Más allá de lo que están prometiendo, se han dado cuenta de los costes que han tenido reputacionalmente por los incidentes de ciberseguridad", señala la especialista en declaraciones a Business Insider España. Orejón agrava su tono y considera que de haber permanecido impertérrita, Facebook llegaría a ser cómplice de muchos de los cibercrímenes que se dan en sus servicios.
Las grandes tecnológicas como Facebook están obligadas a colaborar con las autoridades policiales. A menudo, y en respuesta a órdenes judiciales, estas compañías comparten los datos e información que extraen de determinados usuarios cuando estos se ven envueltos en casos de acoso u otros delitos.
Empresas privadas que también tratan estos casos tienen un sistema interno con Facebook donde pueden elevar sus reclamaciones para que la compañía atienda la solicitud, por ejemplo, de recuperar una cuenta que haya sido sustraída en su red social. Sin embargo, Selva Orejón explica a este medio que ese sistema cada día es más lento.
"Ya no es que funcionen, la realidad es que no tienen los suficientes recursos humanos dedicados a atender estas solicitudes. Si la propuesta de valor de este metaverso va en ese sentido, es porque en Facebook han hecho demoscopia y se han dado cuenta de cuáles son las preocupaciones de sus usuarios y los principales frenos para su crecimiento", considera.
Como 'El show de Truman' o 'El círculo'
Selva Orejón y su equipo están habituados a mirar cara a cara al lado más perverso de la red. En cualquier tipo de red social afloran contenidos ilícitos y delitos de acoso u odio. Desde menores de edad hasta directivos de empresas que tienen que lidiar con campañas orquestadas de burla o descrédito diariamente.
Por eso, la idea de que ahora los usuarios interactúen en una plataforma que garantizará "una sensación de presencialidad", en palabras del CEO de Meta, puede resultar una insinuación incluso escalofriante.
"Para los menores todo esto puede ser un riesgo bastante mayor. Especialmente si en casa, por ejemplo, los dispositivos que usemos para conectarnos al Metaverse empiezan a arrojarte comentarios de terceros usuarios". Si no era suficiente leer un comentario doloroso en una red social, en un metaverso sin demasiado control ahora se podría agravar incluso por el tono de voz.
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Orejón cree que la iniciativa de Metaverse de Facebook buscan digitalizar algunos de los resquicios de la vida física que todavía no habían dado el salto a la red: los espacios reales que visitamos o en los que vivimos. "Ahora que las redes están tan explotadas, visores de realidad aumentada podrían ser de utilidad para que las grandes tecnológicas sepan cómo son nuestras casas".
"Por ejemplo, si una multinacional sabe cómo y cuánto caminamos al día, sabe cómo será el espacio de nuestras casas. Eso podría ser de utilidad para que las firmas nos ofrezcan herramientas, muebles o motivos y decoraciones". Es una nueva capa de datos que las firmas podrán explotar.
"Nosotros seguimos luchando con casos de ámbito doméstico, que en Instagram suelen ser fatales. Desde casos en los que le ha acabado costando la vida hasta personajes públicos que sufren acoso reiterado. Si a todo esto se le añade esa capa de simulación de presencialidad...". Selva se refiere rápidamente a películas como El círculo, de James Ponsoldt.
Los beneficios crecen, la eficacia en su moderación no
Hace unos días Facebook presentó su cuenta de resultados correspondientes al tercer trimestre de su año fiscal. En el cuarto, la multinacional logró 9.100 millones de dólares de beneficio (8.000 millones de euros), un 17% más que en el mismo período del año anterior. Sin embargo, sus ingresos publicitarios se han estancado.
A pesar de esta mejoría en sus beneficios, Facebook se enfrenta a varios frentes con los reguladores abriendo pesquisas a uno y al otro lado del Atlántico. Las revelaciones de los Papeles de Facebook han demostrado cómo la tecnológica era consciente de que sus algoritmos para frenar los discursos de odio, las campañas de antivacuna y la desinformación han resultado ser ineficaces.
De hecho, algunos trabajadores enfatizaban en conversaciones a través de la plataforma interna de la red social que esas herramientas eran ineficaces en inglés y prácticamente "inexistentes" cuando se trataba de otras lenguas.
La Unión Europea está trabajando ya en un paquete legislativo conocido como la DSA, siglas en inglés de Ley de Servicios Digitales. En este paquete se incluyen la propia propuesta de ley de Servicios Digitales, así como otra de Mercados Digitales. Ambos borradores fueron presentados por los comisarios europeos competentes hace exactamente un año.
Borradores que cuentan con un desafío propio: si se cometen los mismos errores que se cometieron con el Reglamento de Protección de Datos, la regulación nacería obsoleta.
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Estas dos nuevas propuestas buscan dar respuesta a una necesidad: actualizar una directiva de comercio electrónico del año 2000. Algunas de las regulaciones que pretende abordar así la Unión es la necesidad de dotar con más garantías las plataformas digitales y la moderación de sus contenidos. Se trata de un debate político delicado, ya que se involucra el derecho a la libertad de expresión.
En una comparecencia en el Senado español, el manager de Políticas Públicas de Facebook Iberia consideró que había que buscar alternativas más eficaces antes que obligar a las grandes tecnológicas a enseñar parte de sus algoritmos para que estos sean adecuadamente auditados. La consideración llegó poco después de que desde Europa partiese precisamente esa iniciativa.
Vestager, la comisaria europea de Competencia, insistió hace unos días en regular a Facebook. Y de hacerlo, debería ser ya, pues el gigante tecnológico "podría mantenernos a los juzgados durante años". "Si nos unimos, podemos conseguir cambios reales". "Que Facebook asuma los riesgos en los que pone a los jóvenes y a su salud mental sería un importante paso adelante".
"También necesitamos regular muy afinadamente si nos enfrentamos a alguien que puede tener una inmensa influencia en nuestra salud mental y en cómo funcionan nuestras democracias".