Un pasatiempo hecho profesión
LAURA NEGRO
Laura es feliz en su trabajo. Hace lo que más le gusta, y es que ha convertido su hobby en su medio de vida. Ella es diseñadora de moda, y acaba de estrenar su primera colección de ropa, que lleva por nombre 'dragonfly'.
Vivió siempre rodeada de patrones y alfileres. Su abuela era una excelente modista, y desde bien pequeña le inculcó el amor por la aguja y el dedal, tanto que, con tan sólo 7 años, diseñaba y cosía sus propios cojines que luego regalaba a los vecinos. Con 8, se hacía prendas de ropa con trocitos de skay de la fábrica de tresillos familiar.
Estudió Marketing y Administración de Empresas en Valladolid, pero no se sintió verdaderamente realizada hasta que finalizó sus estudios de diseño de moda en Madrid. Trabajó en una firma de complementos y más tarde consiguió trabajo en una fábrica de Valladolid diseñando moda infantil y de mujer. También hizo sus pinitos, como 'freelance' realizando colecciones de calcetería.
Muy polifacética y creativa, ella se considera diseñadora en todos los aspectos de su vida, «estoy constantemente pensando y dándole vueltas a todo, ya sea en casa para cosas domésticas, cuando voy en el coche, o mientras me tomo un café en el bar. Lógicamente por mi formación, el diseño de moda es a lo que más tiempo dedico y las prendas de vestir y complementos son mis grandes ocupaciones diarias, pero nunca renuncio a otros proyectos que me apetezca realizar, sobretodo si el material con el que trabajar es la tela, ya que es el que mejor manejo y con el que más disfruto», explica.
Laura empezó a ser conocida a través de un blog, en el que iba exponiendo los trabajos y manualidades que iba haciendo.
«Empecé por casualidad, como un entretenimiento en un momento en el que había renunciado a mi trabajo de diseñadora en una empresa de confección, que me había hecho perder el interés por mi profesión. En esta situación, un día en casa cogí el ordenador y abrí un blog. Subí un post con las cosas que hacía en casa para entretenerme. Y de pronto empecé a recibir visitas, la gente comenzó a subir comentarios. Vi que gustaban mis trabajos y decidí continuar. Un post sucedió a otro y así hasta que me replanteé la posibilidad de diseñar de nuevo ropa».
El invierno pasado se apuntó un workshop de seis meses en el estudio de La Casita de Wendy de Madrid. Un curso práctico donde aprendió técnicas de diseño de estampados, utilización de herramientas gráficas, estudio de tejidos y patrones, fotografía de moda, tendencias y estrategias de comercialización.
«Esto me hizo estar aún más motivada para empezar a preparar mi primera colección de moda. Eso no significa que vaya a dejar de hacer complementos y las cositas para niños que hacía hasta ahora, pero si me centraré más en esta nueva actividad», aclara.
Su marca es su nombre, Laura Valea, y así nos lo explica: «Como empecé el blog por casualidad, no me planteé buscar un nombre, simplemente abrí una cuenta con el mío y probé. Si en aquel momento hubiera sabido que el blog me iba a traer hasta aquí, seguramente no hubiera usado mi nombre. Ahora ya no me planteo cambiarlo, supondría volver a empezar de cero y que todo fuera más difícil».
Su taller y colección de ropa
Acostumbrada a trabajar en casa, el pasado 30 de noviembre, Laura inauguró con gran éxito su nuevo taller de trabajo, en el número 25 de la calle Gabilondo, en Valladolid. En la presentación estuvo muy arropada por familiares y amigos.
«En casa ya no tenía sitio para nada. Todas las habitaciones las tenía ocupadas con mis creaciones. El local lo he dividido en dos partes. Por un lado está el taller, donde tengo los patrones, tejidos, materiales, etc..., y por otro hay un showroom donde tengo expuesta la ropa y los complementos. De todos modos, aunque el escaparate y actividad principal sigue en Internet recibo visitas de aquellos que desean probarse la ropa. Para ello, conciertan siempre la cita a través de correo o teléfono. Y los viernes lo tengo siempre abierto al público», explica la joven diseñadora.
Su primera colección, otoño-invierno 2012-13, lleva por nombre 'dragonfly' (libélula). «Está muy inspirada en el art Nouveau, corriente artística en la que los insectos aparecen de forma recurrente, especialmente la libélula. De ahí que también aparezca en mi colección como protagonista a través de dibujos hechos a mano que luego he trasladado a la ropa. En unas prendas los he pintado directamente sobre el tejido y en otras he utilizado la técnica de la estampación».
En esta colección, cada puntada está hecha con tal cuidado y dedicación, que puede afirmarse que se trata de un trabajo artesanal. Laura ha mimado todo el proceso de creación: bocetaje de los diseños y estampados de las telas, búsqueda de tejidos y del corte.
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