«Muchos velos de antes llevaban un lacito centrado o una especie de broche, porque ahí era donde se cosía el velo a la horma»
mariana barturen, sombrerera
Las novias estadounidenses saben conjugar la atemporalidad con ese espíritu libre del que hizo gala uno de sus mayores exponentes de estilo, la inolvidable Carolyn Bessette en su boda con John John Kennedy. Hoy, los gustos de las americanas continúan en esa línea, donde los diseños nupciales siguen un patrón de líneas suaves, estética minimalista y brazos al descubierto. Lo hemos podido comprobar en la última boda que ha dado la vuelta al mundo, la de la cantante Ariana Grande y el agente inmobiliario Dalton Gómez.
La pareja celebró su enlace secreto el pasado día 15 en la casa que la artista tiene en Montecito (California), donde solo acudieron los familiares más cercanos. Sin embargo, no ha sido hasta esta semana cuando han salido a la luz en la edición americana de Vogue las esperadas imágenes de la ceremonia íntima. Como suele ser habitual, el vestido de novia ha sido el que ha colmado todos los titulares de la prensa internacional.
Se trata de un modelo de Vera Wang, confeccionado en exclusiva para la cantante. Esta creativa estadounidense también ha vestido de novia a otras estrellas del 'star system' como Jennifer Aniston en su boda con Brad Pitt, Jennifer López en su enlace con Marc Anthony o Kim Kardashian cuando contrajo matrimonio con Chris Humphries. Grande cumple así con su sueño de casarse y con la promesa que hizo hace cinco años a la diseñadora. Y es que, cuando la artista asistió a la Gala MET vestida con una de sus creaciones, acordaron que si algún día se casaba lo haría con un diseño suyo. El resultado es un diseño de organza de seda con silueta sirena, escote palabra de honor y sugerente cierre en la espalda.
Completó su look con unos pendientes de Lorraine Schwatz, a juego con su anillo de compromiso, y unas altísimas sandalias de plataforma. Además, ha llevado un velo que ha sumado el punto poético a este comentadísimo estilismo nupcial, ya que está inspirado en el que llevó Audrey Hepburn en la película 'Funny Face'. Se trata de un velo corto de tul con lazo, muy similar al que llevó el personaje de Jo Stockton en el famoso film. Siguiendo en el terreno hollywoodiense, tampoco podíamos olvidarnos de Maggie Carpenter, la huidiza prometida de 'Novia a la Fuga', protagonizada por Julia Roberts a finales de los 90'. Uno de los vestidos con los que dejó al novio plantado en el altar también llevaba un velo corto con lacito incorporado de inspiración años 50.
mariana barturen, sombrerera
Audrey Hepburn en 'Funny Face' y Julia Roberts en 'Novia a la fuga'
Hablamos con Mariana Barturen, una conocida sombrerera de nuestro país que ha coronado los looks más elegantes del panorama nupcial, tanto de novias como Amaia como de invitadas ilustres de la talla de Naty Abascal. La bilbaína es una de las mayores expertas en la materia y nos ha dado su opinión acerca del mediático velo de la cantante. «Es un velo corto, perfecto para el traje que lleva. Sin embargo, yo lo habría puesto más largo, para que no hubiera tantas líneas conflictivas en su silueta. Para mi gusto, debería llevar un velo vals, que es la siguiente largura, justo por debajo de las caderas. Y es que, si ella se pone de espaldas, se ve una porción de piel entre el velo y el comienzo del traje que queda un tanto extraño», resuelve.
En referencia al lazo, que revive la imagen más repetida de la icónica película, explica que es algo que llevaban antes muchísimos velos. «Se ponía un lacito centrado o una especie de brochecito, porque ahí era donde cosían el velo». Y es que, para que un velo sea considerado como tal, debe ir montado sobre una pequeña horma en la que van cosidos. «De esta forma no hay que poner horquillas ni absolutamente nada. Así conseguimos que el velo flote, que sea vaporoso, que esté en el aire. Eso es lo que buscamos las sombrereras», puntualiza.
Barturen también matiza que «un velo prendido de un moño o de una coleta no es un velo», aunque sea algo que se ha puesto últimamente de moda entre las novias. «No hace un perfil bonito, atrasa el cuerpo hacia atrás y tira del pelo hacia abajo. Además, cuelga en mitad de la espalda estropeando el diseño del vestido y, muchas veces, se quedan pegados a la tela del traje». Un error que se comete más a menudo de lo que imaginamos. «Lo que nunca se debe hacer con un velo es pegarlo directamente al cráneo y ponerle encima el tocado o la joya, porque conseguimos justo el efecto contrario de lo que buscamos. Para que coja aire y se separe de la cabeza, ponemos la tiara o el tocado debajo del velo, jamás encima», destaca.
@photokhlin
Por lo tanto, el velo que lleva Ariana Grande estaría correctamente colocado, ya que «si ella fuera velada, el lacito estaría cubierto y solo se vería cuando se echara el velo para atrás, que es lo que tiene que pasar cuando llevas joyas o tiaras», reafirma. Aunque parezca que ahora todos los velos de novia son largos, los más icónicos de la historia siempre han sido cortos, desde el de Grace Kelly hasta el de Kate Middleton. Un diseño que, como puntualiza Barturen, siempre debe ir acorde a la silueta del vestido. En Bizkaia, vemos que es una tendencia al alza, a juzgar por las últimas propuestas de firmas como Sophie et Voilà o Alicia Rueda.