Coctelerías en Zaragoza: Los 'tragos cortos' se hacen un hueco en la ciudad

A casi todos les dijeron lo mismo antes de abrir sus negocios, que “Zaragoza no es Madrid ni Barcelona” y que no era posible introducir este tipo de locales en la ciudad. A la vista está que se equivocaban y ahora los ‘tragos cortos’ han podido hacerse un hueco en la oferta de bares de la ciudad.

Moonlight Experimental Bar

Borja Insa, de Moonlight Experimental Bar, en el número 2 de San Pedro Nolasco, asegura que no todo el mundo los cataloga como una coctelería al uso y tiene claro que lo que hacen en su establecimiento es “diferente”. Se trata de poner en práctica “lo que les motiva”. “Nos gusta crear un espacio en el que sucedan cosas y todo pase alrededor del cóctel, pero que nunca sepas lo que te vas a encontrar, que sea un lugar libre y creativo”, cuenta.

Cada año cambia su carta y la forma de presentarla. La próxima verá la luz entre los meses de marzo y abril, ahora juegan con los sonidos y los ambientes alrededor del cóctel.

“Ahora entras en el bar y con la carta se te entregan unos auriculares y un código ‘qr’ que te lleva a una web donde se reproducen unos audios que corresponden a ambientes. Por ejemplo, música irlandesa y el ambiente de un pub. Mediante el sonido buscamos ‘obligar’ a que la gente imagine qué es lo que puede significar su cóctel. Lo que intentamos es que la gente arriesgue y si no les gusta se les hace otro”. Relata Borja.

Sherman’s Pub

Hasta marzo de 2019, Sherman’s Pub era un bar “típico de barrio”. Kike Visiedo, que regenta el local junto a su tío, propuso cambiarlo por una coctelería clásica, al estilo de los años 20, en la que licores como el whisky, la ginebra y el vodka fueran protagonistas. “Buscamos enseñar a la gente la coctelería de siempre, los clásicos que se quedan más olvidados. Es la cuna de donde empieza todo, todos tienen una pequeña historia detrás, eso le da un poco de romanticismo”, cuenta.

Situado en la calle de Antonio Agustín, en la Magdalena, conserva durante el día ese “ambiente” característico del barrio, cuando los vecinos tienen su momento de tomar vino o el aperitivo, y cambia por las noches. Sherman’s lleva por bandera el whisky y su ‘El siciliano’, con el que ganaron el premio al mejor vermut preparado de Zaragoza en 2019, un galardón que llegó a los seis meses de estar abiertos y fue un impulso significativo para el local, según reconoce Kike.

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— Ahmed Thu Apr 22 09:51:18 +0000 2021

Platerías 15

Desde hace cinco años, Platerías 15 se encuentra en ese número de la calle Manifestación. Miguel, copropietario del local, reconoce que la idea original era abrir un local “pensado para la noche y las copas”. Darle “una vuelta a la idea” sirvió para orientarlo hacia la coctelería. “Creamos una primera carta y a los dos años la actual, buscando ofertar otras bebidas más elaboradas a esos clientes que toman tragos largos”, cuenta.

En el mundo de la coctelería, considera que se debe estar en constante formación y estando al día de las novedades que pueden llevar a su público. “La clientela es distinta. Ahora mismo viene gente que quiere disfrutar del tiempo que está aquí, del sitio y de lo que toma”, asegura Miguel.

Umalas Bar

Abierto desde 2011 en la calle Jussepe Martínez, es considerado como un pionero de la coctelería en la ciudad. Su propuesta abarca más de 60 cócteles de autor, así como versiones de clásicos, envueltos en un espacio donde domina la música alternativa y una atmósfera que nos transporta a la isla indonesia de Bali. Para Carlos Méndez, propietario del local, el Umalas busca recordar a "la calidez que te encuentras cuando viajas a Asia", y en cuyo interior desembarca "todo tipo de público".

En su selección podemos encontrar más de 150 referencias de licores, prestando especial atención al whisky, el ron y la ginebra. En 2020 y 2021 estuvo en la selección de los Top Cocktail Bars, que recoge a las mejores coctelerías de España y Portugal.

Bloody

Ubicado en la calle San Miguel, es otro de los nombres propios, con una carta en la que conviven las elaboraciones más tradicionales y los cócteles con firma propia. Geovanny, bartender del Bloody, explica que "la propuesta nació de una escuela de coctelería y de un grupo de apasionados por este mundo". Para él, el elemento diferenciador de este espacio es que, además de la carta, se ofrece un servicio personalizado y adaptado a los gustos del cliente, de modo que este "se sienta como en casa".

"Si el cliente prefiere salirse de la carta, le preguntamos por el destilado base que suele beber y el perfil de sabor que más le agrada, ofreciéndole así la experiencia que desea", traslada Geovanny.

Calling Room

De reciente apertura, Calling Room trae una propuesta novedosa y oculta. El bar imita un local clandestino ('speakeasy') de los años de la ley seca en Estados Unidos. Para reservar, los clientes deben estar atentos a las redes sociales del local, donde se publica un código para conocer la ubicación del lugar, al que se entra con contraseña.