Maverick Viñales toca fondo y critica a Yamaha: "Ha sido una vergüenza, no estoy aquí para ser probador"

El de Maverick Viñales en Alemania ha podido ser su peor Gran Premio desde que es piloto de MotoGP. El español salió a la carrera desde la penúltima posición de la parrilla, pero es que acabó el último de los que consiguieron llegar a la bandera a cuadros. Una decimonovena posición que es su peor resultado sin caída desde que corre en el mundial, en cualquier categoría.

Las declaraciones de Viñales en la tarde del sábado, antes de la carrera, fueron pasivo-agresivas, sin querer explicitar sus sentimientos, pero el domingo explotó, evidenciando de nuevo que su desconexión de Yamaha es total. Tiene contrato también para la próxima temporada, pero la situación comienza a ser insostenible.

"Llevo dos años usando la configuración de otro y así nunca voy a ganar"

Lo de Yamaha en Sachsenring fue muy extraño. Mientras que Fabio Quartararo estuvo en el podio, el resto de motos de la marca prácticamente ni comparecieron. Valentino Rossi fue decimocuarto, un resultado bastante habitual en él últimamente, pero es que Franco Morbidelli y Maverick Viñales acabaron penúltimo y último.

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Después de algo tan humillante para un piloto que, no olvidemos, ha ganado nueve carreras en MotoGP y sabe lo que es ir rápido, Viñales explotó: "Ha sido un desastre, una vergüenza. Estuve a punto de irme al box", dijo al terminar la carrera en Sachsenring. Y es que el alejamiento de Yamaha es más que evidente.

El gerundense decía que "siempre tengo el mismo problema, y es que patino mucho. La rueda trasera me patina mucho, llevo desde Portimao diciéndolo, y no hay solución ninguna. Es verdad que estamos trabajando, pero han pasado ya seis carreras para encontrar una solución. Intento estar tranquilo, intento trabajar, hacer de todo, pero el resultado es el mismo".

Hace pocas semanas Viñales decidió cambiar a su jefe técnico, sustituyendo a Esteban García por Silvano Galbusera, ex de Valentino Rossi, pero parece que ni siquiera este cambio le está ayudando. De hecho, la línea técnica que han decidido para Viñales en Sachsenring parece que ha terminado de desquiciar al catalán.

"Yamaha es un 'no sé' constante. Esa es la respuesta para todo. Me frustra es no tener respuesta a por qué no tengo agarre cuando toco el gas. Tengo muchas de irme a casa. Ya las tenía ayer y antes de ayer. Me piden que use la configuración de Quartararo, llevo dos años usando la configuración del rival. No puede ser. No me voy a adaptar, quiero una moto para mí", explotaba.

Viñales destapaba todo el plan interno de Yamaha explicando que "me piden que salga a coger datos, pero yo no estoy aquí para ser piloto probador. Parece una falta de respeto. Nunca voy a ganar con la configuración de otro". El divorcio entre ambas partes cada día parece más cercano, digan lo que digan los contratos.

De hecho, en el paddock hay un rumor, aún poco intenso, que dice Maverick Viñales se estaría planteando dejar de correr al final de la presente temporada. Acaba de ser padre, tuvo un par de sustos grandes la temporada pasada en el Red Bull Ring y correr para coger datos no le compensa. Pero él dice que no piensa rendirse.

Lo que a estas alturas parece evidente es que el estilo de pilotaje de Viñales no se adapta a una moto tan dócil como la Yamaha, que lo fía todo al paso por curva. Tras años a la sombra de Rossi, Yamaha ha encontrado un nuevo faro que les guíe, y se llama Fabio Quartararo. Iwata ya no es la casa de Viñales, si es que algún día lo fue. Y fuera no queda mucho hueco libre.

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