“Sexy, optimista y activa”: así imagina Glenn Martens la nueva Diesel
Por Alex Kessler
Cuando se anunció el pasado octubre que Glenn Martens asumiría la dirección creativa de Diesel, se levantó alguna que otra ceja de asombro y curiosidad. La firma que cofundaron en 1978 el empresario italiano Renzo Rosso y el diseñador Adriano Goldschmied (Rosso se convirtió unos años después, en 1985, en el único propietario) fue de las primeras en confeccionar prendas vaqueras poco convencionales acompañadas de campañas publicitarias igual de sugerentes. Con estos antecedentes, ¿será por fin Martens, reconocido por el uso innovador que hace de los materiales, la extraña pareja perfecta que ha estado esperando la marca de estilo de vida?
“Al principio tuve que aprender muchas cosas”, confiesa Martens acerca de su reciente nombramiento. “Nunca había sido director creativo de una compañía tan grande”.Este exalumno de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes –a la cabeza de la firma parisina Y/Project desde 2013 y ganador del Premio ANDAM en 2017– se ha fraguado un nombre a base de siluetas vanguardistas que desafían los límites de la sastrería. No olvidemos tampoco las colaboraciones con las que casi rompe internet (como, a bote pronto, las célebres botas UGG hasta el muslo que le vimos a Rihanna).
Así pues, ¿qué quiere aportar Martens a Diesel? “Nunca vamos a pretender ser una casa de lujo”, asegura. “Somos una alternativa al lujo”. Días antes del lanzamiento de su nueva colección, disponible desde el 21 de junio, nos citamos con el diseñador para hablar sobre su debut, que nos contara cómo lleva trabajar para dos marcas y por qué el futuro de la moda no sabe de géneros.
“Yo soy de Brujas, en Bélgica, que es una ciudad museo bastante pequeña, y desde pequeño siempre me apasionó la historia. Siempre estaba dibujando personajes históricos en plan reyes y reinas, y sobre todo me fijaba en la ropa”.
“Diesel fue la primera marca que me compré a propósito cuando tenía 15 años, porque para mí era la marca que tenías que llevar para ser guay y atraer. Es una marca grande y con un mensaje potente que le llega a cualquier persona del mundo, más allá de la moda. Se trabaja con responsabilidad social y eso fue lo que me hizo más ilusión”.
“Para mí, la clave está en que sea sexy, optimista, activa, y centrarla en el denim. Pero también tiene un punto divertido con muchos giros especiales”.
“Fue fácil porque así pude concentrarme sin tener todas esas reuniones externas. Nos centramos al máximo y todo sucedió bastante más rápido de lo que me esperaba. He tenido que digerir mucha información, pero ahora ya estoy al día”.
“Me gusta porque son marcas muy diferentes. Diesel es más tajante y directa. En Y/Project, hay 25 personas trabajando en la sede central, mientras que en Diesel somos 900. Paso tres días a la semana en Italia y el resto en París.El viaje es súper tranquilo porque vivo muy cerca del aeropuerto”.
“Los lenguajes de Y/Project y Diesel son muy diferentes; aquí [en Diesel] se da más importancia al tejido que a la construcción. Pero, obviamente, hay sitio para la versatilidad porque al fin y al cabo eso es lo que yo hago. Siempre hay un poco de juego al final, porque hablamos de moda fácil de llevar”.
“Es una colección global pensada para diferentes mercados. Lo primero, hay reinterpretaciones de los básicos denim, como el clásico vaquero de cinco bolsillos. Lo segundo, tenemos ropa de deporte y de trabajo. Esto último son prendas experimentales que ponen en valor la artesanía, y por eso son más lujosas, pero están hechas al 100% con remanentes de material de nuestro almacén”.
“No pretendemos ser una casa de modas al uso. No es un vídeo de pasarela, es más bien una película bastante alucinógena. La ha realizado el artista Frank Lebon, con dirección artística de Christopher Simmonds y estilismo de Ursina Gysi, todas personas con las que ya había trabajado antes y que quería tener al lado en este viaje. Todo el mundo está emocionadísimo”.
“La librería va a ser una colección de imprescindibles para el día a día. Hemos adaptado toda la cadena de suministro para que nuestros tratamientos no hagan uso de blanqueantes químicos y reducir al mínimo el gasto de agua. Hemos cambiado hasta la manera de coser. Habrá plena transparencia sobre dónde se fabrican las prendas e incluiremos una nota en el interior de los bolsillos con un código QR que detalle [la información de cada artículo].”
“Todo el mundo debería poder ponerse lo que quisiera. Nuestro denim no tiene género, y la nueva colección es mixta y fluida en sí misma. Tradicionalmente, Diesel solía ser una marca de hombre, pero mi objetivo es ampliar ese concepto”.
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