Los taxistas de Oviedo, ni tirantes ni chanclas | El Comercio
G. D.-R. / R. A.OVIEDO.
Ni camisetas de tirantes ni chanclas en acto de servicio. La Concejalía de Seguridad Ciudadana, liderada por el socialista Ricardo Fernández, prepara una reforma de la normativa que regula el sector del taxi donde se establecerán las normas de decoro, vestimenta y limpieza que deben aplicar los conductores en Oviedo. El sector se muestra por el momento a favor ya que no se puede ir a trabajar «como si se fuese a la playa», aunque rechaza la imposición del uniforme: «Que lo paguen ellos», clama algunos taxistas.
Oviedo no será la primera ciudad española con una regulación específica. En Barcelona, el Consejo de Administración del Instituto Metropolitano del Taxi prohibió el mes pasado el uso de las camisetas de tirantes y los pantalones cortos de los conductores. En Granada no pueden ir en bermudas, y en Almería ha quedado prohibido el uso de las prendas deportivas. No obstante, en Tenerife pueden usar calzas durante la temporada que más apriete el calor.
Ramón Vicente, uno de los conductores ovetenses, apunta que los taxistas deben ir vestidos de manera «formal» y no con cualquier prenda de ropa de andar por casa o para ir a la playa. Entre las vestimentas que él ve con buenos ojos para los hombres están los pantalones largos, las camisas y las chaquetas, que se pondrán durante los meses fríos. Respecto a la imposición de un traje, tal y como claman algunos miembros del sector para competir con la empresa española Cabify, dice que solo se lo pondrá si lo «proporciona el Ayuntamiento».
Una opinión parecida tiene Javier García de Cuerva. Se muestra «encantado» de que se implante un traje obligatorio, siempre y cuando lo «pague» la administración local. En caso contrario, aboga por establecer unos cánones de vestimenta en los que se diga qué prendas se puede vestir y cuáles no.
Lucas Temprano cree que con esta medida se eliminará «la mala fama que tenemos de que olemos mal». Recuerda que en la España de los años cincuenta y sesenta los taxistas iban vestidos de uniforme -constaba de una camisa en tonos azules y también llevaba gorra-. A pesar de que esta vestimenta se usó durante varias décadas, ahora le recuerda al pasado: «No hace falta establecer un traje, basta con que no haya chándales o chanclas».
Severino Menéndez apuesta por la libertad de elección: «Que cada uno vista lo que quiera aunque siempre se deben respetar unos cánones». Alega que queda mal ante los clientes que el conductor vaya con camisetas de tirantes o con un prenda deportiva y añade que ir «bien vestido» es compatible con ir cómodo.
Evaristo Fernández se muestra de acuerdo con las intenciones del concejal Ricardo Fernández, aunque destaca que «basta» con ir presentable: «No hace falta un uniforme».
Aguas revueltas
La redacción de esta normativa llega cuando las aguas entre ambas partes están revueltas. El sistema de descansos puesto en marcha en febrero, por el que se obliga a que cada día de lunes a viernes paren 20 o 21 coches (en función del turno) y el resto lo hagan los fines de semana (103 o 104 los sábados y otros tantos los domingos), no ha gustado a parte del sector. Tantas críticas ha cosechado que a pesar de que la mayoría de los profesionales votaron a favor de este sistema, la Asociación de Empresarios De Auto Taxi del Principado de Asturias (Asotaxi) ha llevado el tema a los tribunales. El juicio se celebrará próximamente.
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