Exdirectivos para motivar a las plantillas
La recuperación es ahora el mantra de la estrategia empresarial pospandemia. Volver a los niveles de producción, ventas y beneficios previos a la crisis sanitaria es el reto de todos los negocios. Un desafío que impacta de lleno en la motivación de los trabajadores con la incertidumbre de por medio. ¿Qué va a pasar el día de después de los ERTE?, ¿cómo va a afectar la redefinición de puestos desde la transformación digital o cómo manejar el estrés poscovid? Para una total puesta a punto de sus empleados, cada vez son más las empresas que tiran de exdirectivos, metidos a conferenciantes, que saben dónde hacer diana para encaminar a las plantillas hacia la completa productividad trabajando su bienestar emocional.
En el renacer de los eventos presenciales, estos monologuistas de los negocios han conseguido colgar el cartel de no hay entradas. “Ha aumentado la demanda de conferencias porque las organizaciones necesitan dar herramientas a sus directivos para gestionar la adversidad, el cambio y el crecimiento personal y que lo trasladen a sus equipos”, apunta Iván Abanades, socio de Thinking Heads. “La presencialidad es la guinda porque genera una energía necesaria tras lo vivido”. Y entre los perfiles estrella, el de exdirectivo se lleva la palma “porque tienen la práctica profesional al máximo nivel en una organización y suelen tener historias personales muy impactantes con las que han aprendido o los ha llevado a salir de sus empresas e iniciar un camino nuevo tras un periodo de reflexión”.
“Doy conferencias porque me gusta la gente”, afirma Isabel Aguilera, expresidenta de General Electric, Dell o Google. “Y trabajo con ellos como si fueran mi equipo”. Tras la pandemia la exdirectiva exhorta a los ejecutivos en sus charlas poscovid a tomar decisiones ágiles y renegociar estrategias, reforzar la innovación y el impulso comercial de sus equipos. “Toca motivar para recuperar resultados”. Asegura que “las reglas del juego han cambiado” y las empresas han de “aprender a gestionar temas como la hibridación”, porque advierte: “Por Teams no se vende”. Señala un “estrangulamiento de las ventas” porque tras la pandemia la sociedad ha aprendido a “consumir de forma más responsable”, lo que “genera un problema comercial a los demás”.
Aguilera pide a los empleados “que pasen a la acción” y apuesten por conocer profundamente los problemas de su entorno laboral y de su empresa para contribuir a “dar soluciones”. “Ahora todos están en el mismo barco porque la pandemia ha sido muy democratizadora y el talento de todos cuenta en la recuperación”. “Hay que remar porque, si se hunde tu empresa, te hundes tú”, sentencia Aguilera. Y para ello alude a la formación continua como mejor aliado. “Vamos a vivir más y hay que probar cosas nuevas y seguir aprendiendo de múltiples maneras para conseguir que pasen las cosas”.
Un mensaje que el conferenciante y exdirectivo de Martini Rossi, Coopers & Lybrand o Yoplait, Emilio Duró, no se cansa de repetir en sus aplaudidas conferencias. “Vivimos 100 años y necesitamos un propósito de vida para ser felices en familia y en la empresa, para ayudar a los demás y para seguir aprendiendo porque estamos obsoletos”. “Las empresas han descubierto que la gente optimista rinde el doble”. Y las insta a trabajar su rendimiento “con planes de deporte, alimentación y sueño, así como a crear ambientes de trabajo ilusionantes donde las emociones se contagien”. Apela entre los empleados a imitar la actitud del optimista, “la persona que ante los cambios se pregunta ¿qué puedo hacer?” y olvidar al pesimista que “mira al pasado para no cambiar, insiste en lo que sabe hacer y busca culpables de su situación”.
Para este orador, “vivimos en el mejor de los mundos” y asegura que “cuando la gente tiene un porqué (un propósito) encuentra siempre el cómo para luchar y dar lo mejor de sí mismo”. Propone atajar la incertidumbre y el miedo que suscita el actual cambio de paradigma laboral con pasión y ganas de vivir para generar nuevos proyectos y oportunidades. “La empresa necesita de ti lo mismo que tú pides cuando buscas pareja: que se mantenga en forma, que esté bien emocionalmente y te haga vibrar, que sea culta y se pregunte para qué estoy aquí”.
Saber levantarse
Reconoce que la vida está llena de cruces, “se avecinan despidos y situaciones complicadas” y toca entrenar el pensamiento positivo para “saber levantarse” y acabar con el “no puedo”. “La mente es un buscador como Google, si le dices hoy no tengo mi mejor día, buscará información que esté de acuerdo con tu estado de ánimo”. Emilio Duró confiesa: “Me cambió la vida cuando descubrí que la misma realidad es percibida de forma diferente por las personas en función de su forma de pensar”.
Una reflexión que, para el exdirectivo de Banco Santander e Inditex, Jesús Vega, supone el punto de inflexión para afrontar “de manera apasionante” la etapa que nos ha tocado vivir. “Nos enfrentamos a desafíos que son oportunidades para descubrir, explorar y cambiar. Es el momento para demostrarnos de qué somos capaces” apoyados por una tecnología “sorprendentemente fácil de usar”. “Actualízate en formación, atrévete a emprender y, de paso, a trabajar en lo que te gusta”, anima desde el escenario de sus charlas.
Para él, todo es un problema de foco. “Con el mismo interés con el que exploramos para encontrar las mejores vacaciones, busquemos esos océanos de pleno empleo, donde el mercado necesita decenas de personas”. La iniciativa y creatividad suman ahora en todos los terrenos, según Vega. “Se acabó aquello de ‘no te pago para pensar’ porque las empresas necesitan más que nunca las ideas y propuestas de su empleado, que intraemprenda y sea disruptivo. El exdirectivo justifica el auge de los conferenciantes porque las organizaciones necesitan líderes inspiradores. “El modelo de jefes controladores, con culturas opresivas, se ha extinguido. Con el teletrabajo el empleado ha demostrado su compromiso y toca ahora establecer relaciones adultas con la empresa”.
Margarita Álvarez, exdirectiva de Coca-Cola y Grupo Adecco y hoy consejera delegada de Working for Happiness, insiste a sus audiencias en mantenerse “en plena forma laboral” con la receta de trastear con la tecnología y venderte como si fueras un producto. Explica cómo: “Sé ágil, evalúa en lo que eres fuerte, estudia lo que desconoces y hazte un storytelling breve y atractivo”. Algo posible desde la humildad. “El primer paso es reconocer que no lo sabes todo y que hay gente a tu alrededor que te puede enriquecer”. Álvarez asegura que los egos son el peor enemigo en esta etapa de rearme intelectual y emocional. “Toca mayor empatía de las compañías con su cliente externo e interno para afrontar con éxito el cambio”.
Inspirar tiene un precio
Ser exdirectivo no garantiza el éxito como orador. Partir de una experiencia laboral y personal diferente y con impacto, posiciona en el buen camino. Pero son necesarias otras habilidades para brillar frente a las audiencias. Para Iván Abanades, socio de Thinking Heads, el buen orador ha de saber conceptualizar, entender la compleja realidad y comunicarla a todo tipo de público. “Pero, sobre todo, ha de ser auténtico”, añade, porque la audiencia detecta si se habla desde la verdad. Secundariamente, al exponerse, un conferenciante debe saber atender a los medios de comunicación, ya que lo que cuenta va a tener repercusión en diferentes foros. Un perfil así, puede hacer buena hucha. Según cifras del sector, los cachés oscilan de 500 a 500.000 euros si son figuras internacionales. La media en España varía de 3.000 a 6.000 euros por conferencia.